OIRAN A CANARIO

OIRAN A CANARIO
O TALE RELATO

viernes, 22 de marzo de 2013

BALADA ANÓNIMA

(mención especial en el I CERTAMEN DE POESÍAS DE AMOR Y/O DESAMOR)


Arrancó en una noche de invierno
Surge de seducción ataviada
La energía cubría aquel cuerpo
De una artista desaprovechada

Desabrido en la boca ese gesto
En el pelo unos bucles de plata
Y en los ojos dos verdes misterios
“Radiografiaban” con una mirada

Su lenguaje era puro talento
Escupido con pocas palabras
Al hablar, me erizaba su acento
Cantaba frases y las arrastraba

Con mis versos hice lo posible
Mil pretextos para enamorarla
Sus excusas eran tan sutiles…
No quería dañarme el alma

Con poesía le dije “Te quiero”
Con dulzura me dio una patada
Por el tacto que tuvo al hacerlo
Yo le pago con esta balada

La conocí en la ciudad de los sueños
Llevaba el sello de un cuento de hadas
Hace tanto tiempo de aquello
Que no recuerdo ni cómo se llama

Como el mar que se acerca y se aleja
Cicatriza en la arena pisadas
Puede que me dejara una huella
Pero no derramé ni una lágrima

viernes, 1 de marzo de 2013

Mis palíndromos para la paz

(presentados al III Premio Internacional de Literatura Palindrómica  REVER 2013)


1) Azar, azar basal,
Dárosla vedada toda paz,
Agazapa dotada de vals,
Oradlas, abraza raza

2) Revirar atávico:
Nací sumerio, indio,
Romaní, finés, eslavo,
Letón, asiático, afro…
“Porfa”, o citáis (anótelo) vals ése,
Ni fin amor, oíd,
Ni oiré música nociva “tararí”, ver

3) Léeme, yo amo la paloma
¡Zape!, dejas Némesis o gimas la voz
Id aroma neutro
Por tu enamoradizo vals amigo
Sí sé mensaje de paz: “Amo la paloma”
Óyeme él

La importancia de llamarse “ErPapa”


Hace unas semanas, mientras desayunaba, una noticia impactante surgió de entre los susurros subliminales de mi televisor (que ni siquiera sabía que estaba encendido). Me quedé atónito y sobrecogido. El anuncio de la renuncia de Su Santidad eclipsó y desintegró las pseudonoticias habituales de las mañanas: el escándalo Urdangarín, el caso Bárcenas, quizá Belén Esteban, el maquiavélico Rubalcaba (el Sadam Husein español)… Lo sobrecogedor del caso es que les venía muy grande (a la prensa). “LA NOTICIA ES TAN IMPORTANTE QUE LE VAMOS A DEDICAR VARIOS MINUTOS”. “ES UNA NOTICIA TAN INCREÍBLE QUE NO SÉ CÓMO CONTARLA”. Una voz a mi lado, incluso, ratificaba los desordenados y caóticos comentarios periodísticos. “Éste es el último Papa; o el penúltimo, no me acuerdo”.
Mi estupefacción, por supuesto, no tiene que ver con el fondo de la noticia. La pregunta que me formulé y (aún) me sigo formulando es: ¿Por qué es tan importante? O quizá: ¿Para quién es importante? Nunca he entendido por qué los telediarios se hacen eco continuamente de los viajes del Papa a África, a Sudamérica o al retrete de sus aposentos; de los encuentros con las “Juventudes Católicas de Camisa Azul”; de sus particulares comunicados que (habitualmente) atentan contra el sentido común y ponen en riesgo millares de vidas (al condenar la anticoncepción). Pero, volviendo a mi pregunta. ¿A quién le interesa la noticia de la dimisión del Papa?
1) A la iglesia católica, de acuerdo. Es evidente. Los que creen en la figura de un emisario de Dios en la tierra (o sea, un ser extraterrestre) ven avalada dicha creencia por la propia vestimenta, mucho más lograda que la túnica del señor Spock (el orejudo de Star Trek).
2) A los profetas apocalípticos, esotéricos, mesiánicos…, interesados en verificar si, realmente, este Papa es el último o el penúltimo.
3) A los lectores de revistas del corazón.
¿Por qué intentan imponernos, al resto, el calificativo de “notición”? Ocurre que este Papa se irá, pero vendrá otro sujeto para ponerse su mismo disfraz, vivir con sus mismos lujos, pronunciar las mismas barbaridades adoctrinadoras y crueles, manipular a las conciencias más débiles y/o analfabetas…
En cuanto a las profecías, a nadie interesan ya. Cuando yo era pequeño, los consecutivos “fin del mundo” se sucedían en intervalos temporales lo suficientemente distanciados como para que pudieran generar cierto morbo, pánico y polémica. Actualmente vienen dados tan seguidos que sólo generan burlas.
En definitiva, el Papa se va, sí, pero yo ni siquiera sé si se llama Kissinger, Ratzinger, Kim Bassinger o Wojtyla. Más que la dimisión de uno de sus miembros, la noticia, en todo caso, sería la desaparición del Estado Vaticano.
Vayan ahora unos palíndromos para despedir a Su Santidad.

¿No desea Papado? ¡Da Papa ese don!

Acá Ser Supremo cae, se desea comer pus, resaca

¡Oé! Sumiso nací, nutrí, rehusé de su herir, túnica no, sí museo

Etna id, emoción al Papa, plan oí comediante

Atarse, temed, 
no dais el giro épico, canalla;
 allana; 
cocí peor iglesia donde metes rata

Así malas olí, ¡fo!, 
deprave, llaga honda rápida y huyere  rey, 
¡uh!, ya di ¡parad!, 
no haga llevar pedófilos a la misa